Detección y prevención de la conducta suicida
Detrás de multitud de patologías puede estar la ideación y el intento suicida, que en muchas ocasiones se convierte en un echo consumado, momento en el cual los familiares cercanos se convierten en supervivientes.
La detección y la prevención son claves para luchar contra este mal que acampa tan cerca de nosotros.
Un mal de nuestra sociedad
El suicidio y sus tentativas es un problema de salud pública mu importante. Depresión, trastorno bipolar, trastornos de la personalidad, consumo de sustancias psicoactivas y alcohol… el 90% de las personas que atentan contra su propia vida sufre algún tipo de trastorno mental.
Mitos que entorpecen la prevención
Nuestra sociedad esta plagada de conceptos erróneos sobre la persona con ideación suicida que entorpecen la prevención de dicha conducta y por lo tanto deben ser eliminados. Alguno de esos mitos es:
1. Preguntar a una persona si esta pensando en suicidarse puede incitarle al suicidio. ¡Falso!, la evidencia demuestra que preguntar y hablar con la persona sobre la presencia de pensamientos suicidas nos ayuda a combatirlos. Discutir o minimizar estas ideas es una actitud equivocada.
2. La persona que expresa su deseo de acabar con su vida nunca lo hará. ¡Falso! La mayor parte de las personas que han intentado suicidarse previamente expresaron su intención con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta.
3. La persona que quiere suicidarse no lo dice. ¡Falso! De cada diez personas que se suicidan, nueve expresan claramente su propósito.
4. El suicidio es impulsivo y la mayoría de los suicidas no avisa. Es un error pensar esto, el suicidio puede ser el resultado de un acto impulsivo, pero también de una planificación muy cuidadosa. En ambos casos, casi siempre existen signos directos o indirectos, verbales o no verbales.
5. Solo las personas con problemas graves se suicidan. ¡Falso!, El suicidio es multicausal. Muchos problemas pequeños pueden llevar al suicidio, lo que para uno es una tontería, para otro puedes ser algo importantísimo.
Factores de riesgo
Cuantos más factores de riesgo concurran en una persona, mayor será la probabilidad de que esa persona intente quitarse la vida. Ahora bien, el hecho de que no se den estos factores no significa que una persona pueda tener un intento de suicidio.
Entre los principales factores de riesgo destacan:
1. Presencia de una enfermedad médica grave (cáncer, VIH, etc.)
2. Tener un diagnóstico de enfermedad mental.
3. Mala evolución de una enfermedad mental, no recaídas y presencia de sintomatología.
4. Mala adherencia a un tratamiento farmacológico prescrito.
5. Antecedentes personales de pensamientos o intentos de suicidio.
6. Sentimientos de fracaso personal, indefensión o desesperanza frene a la vida o el futuro.
7. Altos niveles de impulsividad, agresividad y baja tolerancia a la frustración.
8. Antecedentes familiares de suicidio.
9. Pertenecer a una familiar con altos niveles de crítica y hostilidad.
10. Haber sido victima de abusos, físicos, psicológicos o sexuales.
11. Desempleo.
12. Perdida de apoyo social.
13. Aislamiento social.
14. Presencia de acontecimientos vitales negativos (muerte de un ser querido, ruptura de pareja, problemas económicos o legales, etc.).
Factores de protección
De igual manera, la presencia de una serie de factores protectores conlleva a reducir la presencia en una persona de ideación suicida, entre los principales se encuentran:
1. Buenas habilidades de comunicación.
2. Habilidades de resolución de problemas de manera adaptativa.
3. Búsqueda de consejo y ayuda en situaciones difíciles.
4. Tener un buen autoconcepto y una buena autoestima.
5. Actitudes y valores positivos como respeto, solidaridad, cooperación, etc.
6. Creencias religiosas.
7. Apoyo familiar y social.
Señales de alarma
Son muchos los signos que una persona con ideación suicida puede manifestar. Es muy importantes para la familiar y amigos conocer éstos para prevenir el intento suicida del ser querido. Estas son algunas de las señales que pueden indicarnos que alguien esta pensando en acabar con su vida:
Señales de alerta verbales:
1. Comentarios o verbalizaciones sobre si mismo o sobre la vida.
2. Comentarios o verbalizaciones negativos sobre el futuro.
3. Comentarios o verbalizaciones relacionados con el acto suicida o la muerte.
4. Despedidas verbales o escritas.
Señales de alerta no verbales:
1. Cambio repentino en su conducta: en su estado emocional, comportamientos extraños como regalar objetos muy personales, cerrar asuntos pendientes, o preparación de documentos como seguros de vida, testamentos etc.
¿Qué hacer ante situaciones de riesgo?
1. Tener disponibles teléfonos de emergencia y ayuda: 112
2. Limitar el acceso a posibles medios lesivos: instrumentos, medicamentos, etc.
3. No dejarle solo: involucrar a las familias y a los amigos.
4. Solicitar ayuda profesional.
5. Mejorar nuestras habilidades de comunicación: preguntar y escuchar.
6. Autocuidado de la familia y del entorno
Miguel San Martín. Psicólogo sanitario