El insomnio forma para de los llamados trastornos del sueño. El tratamiento del insomnio depende de los factores precipitantes: alivio del dolor, control de la ansiedad y de la depresión, tratamiento de la disnea y de la micción nocturna, control de la acidez y del reflujo gastroesofágico, etc.
En cualquier caso, es necesario llevar a cabo la llamada higiene del sueño, una serie de consejos para conseguir un sueño efectivo y reparador.
Pautas de higiene de sueño
- Evite las comidas pesadas poco antes de acostarse. Por otro lado, tampoco debe acostarse con hambre.
- Evite los estimulantes como la cafeína, el té y el chocolate al menos 6 horas antes de dormir.
- Evite beber alcohol poco antes de la hora de dormir. Mientras inicialmente puede adormecerlo, el alcohol mantiene su cerebro en un sueño superficial y poco reparador.
- Evite la nicotina durante la noche. La nicotina es un estimulante, como la cafeína.
- Acuéstese y despiértese a la misma hora todos los días (no haga siestas o, en todo caso, procure que no duren más de 30 minutos).
- La cama para dormir, no transforme su tiempo en la cama en el tiempo de resolver sus problemas.
- Duerma sólo lo necesario para encontrarse descansado y despejado al día siguiente. Limite la presencia en la cama a un máximo de 8 horas.
- Procure que el dormitorio sea tranquilo y sin exceso de luz, con una temperatura agradable. Conviene dormir en una cama cómoda y con un pijama adecuado, que no apriete y no dificulte los movimientos.
- No se esfuerce demasiado en intentar dormir; si después de unos 30 minutos de estar en la cama es incapaz de conciliar el sueño, levántese y realice alguna actividad relajante como leer, darse una ducha de agua templada o escuchar música hasta que sienta de nuevo sueño.
- Evite mirar constantemente qué hora marca el reloj.
- Limite la ingesta de líquidos previa a irse a la cama, así evitara los despertares nocturnos para ir al baño.
Solicite ayuda profesional en caso necesario.
J. Miguel San Martín. Psicólogo sanitario