Fuente de bienestar

Las relaciones interpersonales desarrollan un papel clave en el desarrollo de una persona. Obtener refuerzos sociales en nuestro entorno favorece nuestra adaptación al mismo y aumenta la calidad de vida.

Las relaciones interpersonales están presentes desde nuestro nacimiento hasta el fin de nuestros días, en cualquiera de los ámbitos en los que nos movemos. Nos permiten sentirnos competentes en las más variadas situaciones y obtener una gratificación social que nos aporta equilibrio y felicidad.

Compartir experiencias y empatizar

Necesitamos hacer nuevos amigos y mantener las amistades, compartir nuestras experiencias con los demás y empatizar con las que viven otros. Sentirse solo y aislado ocasiona un sufrimiento psicológico muy difícil de manejar para cualquier persona.

Todos necesitamos desarrollarnos en un entorno estimulante, que nos permita ir creciendo día a día. Un entorno que nos arrope y con el que nos sintamos identificados, tanto en el ámbito familiar, como en el social es necesario un clima que permita a cada persona beneficiarse del contacto con sus semejantes.

Habilidades sociales y asertividad

Entre las habilidades sociales que aprendemos desde niños se encuentran las destrezas para hacer amistades y para abordar los sentimientos. Acciones como presentarse, establecer una conversación, participar en actividades comunes, pedir u ofrecer ayuda, hacer cumplidos o disculparse, así como expresar afecto, son básicas para poder comunicarnos de manera satisfactoria en nuestro entorno más inmediato.

Asimismo, desde pequeños se nos debe enseñar otras técnicas, como el autocontrol, pedir permiso, saber responder ante signos de hostilidad, evitar problemas o abordar situaciones algo más límites, como un problema, una discusión, una acusación o una negociación.

Las habilidades sociales se aprenden, se modifican y se perfeccionan. Un estilo de comunicación asertivo nos permite expresar sentimientos, ideas y opiniones, defendiendo nuestros derechos y respetando los de los demás.

La utilización del estilo de comunicación asertivo hace que la persona resuelva habitualmente los problemas que se encuentra en sus relaciones sociales, lo que le genera satisfacción y favorece el que se sienta a gusto con los demás y consigo mismo, incrementándose por este motivo su autoestima personal. En sus relaciones interpersonales, se siente relajada y con control, lo cual facilita la comunicación y por tanto, le ayuda a crear oportunidades a nivel personal y profesional.

Si las relaciones personales nos producen ansiedad debemos pensar en la posibilidad de ser tratados por un experto, quien nos ayudará a comunicarnos mejor a través de sencillas técnicas. El objetivo es convertirnos en unas personas abiertas y relajadas, capaces de disfrutar con todo lo bueno que los demás pueden ofrecernos.

J. Miguel San Martín. Psicólogo sanitario